La transición energética no sólo genera desafíos, también abre enormes oportunidades industriales para quien sea capaz de dar una respuesta. Necesitamos Ciencia, Economía, Neutralidad tecnológica y Perspectiva Social para garantizar el éxito de la transición. “Reverdecer” para no “verdear”.
El cumplimiento de los objetivos de la Agenda 2030 y en el caso concreto de la Movilidad, la reducción de emisiones en sus dos vertientes, emisiones nocivas para la salud o generadoras de efecto invernadero, se ha convertido en el principal motor del cambio social en Europa.
La concienciación ciudadana conlleva la exigencia de mejoras del entorno físico como elemento fundamental de la Salud Pública.
El calendario de la transición energética avanza inexorable y la presión sobre el tejido industrial y empresarial europeo se acrecienta con la proximidad de las fechas límite establecidas por las autoridades comunitarias.
Ahora, cuando la descarbonización de la economía y la sociedad europeas, atesoran un nivel de concienciación y estímulo social suficiente, es más necesario que nunca tener criterios homogéneos de medición de las emisiones y de reducción, compensación o eliminación de las mismas en toda la Unión.
Europa debe medir igual, reducir igual, compensar igual y eliminar CO2 bajo los mismos criterios, porque si no, será imposible certificar quién cumple y quién no. Y no olvidemos que la nueva fiscalidad verde europea está basada en el cumplimiento de los objetivos de descarbonización.
El parlamento y la comisión europeos han alcanzado en el último mes de marzo de 2024 sendos acuerdos sobre la “Normalización” de las mediciones de huella de carbono emitidas por el sector del transporte profesional y sobre la necesidad de estandarizar los cálculos de absorción de CO2 en función del tipo de tecnología o proceso agrícola y forestal con el que se consiga.
Sólo con un sistema común, universalmente aceptado, y establecido sobre sólidos criterios científicos, medibles y contrastables, podremos eliminar las acusaciones de greenwashing, alcanzar la neutralidad tecnológica entre las diferentes alternativas de descarbonización y sobrevivir financieramente a una transición energética que amenaza con ser imposible de pagar.
El próximo 21 de junio la Fundación Corell celebrará su sexto Foro anual bajo el título “Transición energética y realidad industrial”.
En el evento presentaremos cuatro informes realizados por diferentes investigadores del ámbito universitario que pretenden aportar claridad y solidez estadísticas sobre aspectos fundamentales para la transición energética:
- Observatorio de la transición energética de la movilidad
- Balance económico y fiscal de la movilidad
- Oportunidades que el cinturón minero situado en la frontera luso-española proporcionarían a nuestra industria si se explotara adecuadamente
- Emisiones específicas del transporte profesional.
El éxito de todo el proceso de desarrollo de una nueva industria y sus tecnologías anejas exige de un sistema de transporte, redes eléctricas, hidroductos, ferrocarril y carreteras a la altura de sus expectativas para evitar que la falta de servicios de transporte impida el éxito de la transición. La inversión en infraestructuras sostenibles se convierte así en elemento estratégico de crecimiento de la economía española.
Desde Fundación Corell, el Think Tank Movilidad y la iniciativa de desarrollo forestal, Bosques y Movilidad, apoyamos firmemente el proceso de descarbonización de las actividades sociales y económicas aportando, en la medida de nuestras capacidades, conocimiento técnico, solidez académica y neutralidad tecnológica.
