Doble tasación al combustible: una amenaza real para el transporte por carretera

El transporte de mercancías por carretera, uno de los sectores más competitivos y liberalizados de la economía europea, se enfrenta a un nuevo reto de gran calado: la doble tasación a los combustibles convencionales prevista para 2027, en el marco de la aplicación del nuevo sistema europeo de comercio de emisiones (ETS II).

Así lo explica José Víctor Esteban, secretario de la Fundación Corell, en su artículo publicado en el número especial de Cadena de Suministro dedicado al transporte frigorífico. En él, advierte sobre las consecuencias de una medida que, lejos de fomentar una transición ordenada y realista hacia tecnologías más limpias, podría suponer un golpe severo a la viabilidad económica del sector.

Una transición energética sin alternativas reales

A partir del 1 de enero de 2027, el transporte por carretera pasará a estar incluido en el ETS II, un sistema que fija una tasa por tonelada de CO₂ emitida, que será aplicada indirectamente al consumidor mediante un recargo por litro en los combustibles fósiles. Según estimaciones actuales, el coste anual por vehículo pesado podría superar los 4.500 euros, en un contexto en el que las alternativas eléctricas e impulsadas por hidrógeno aún no están disponibles a escala industrial ni con una red de infraestructuras adecuada.

Lejos de acelerar la descarbonización, esta medida puede poner en jaque a miles de pymes que hoy mantienen en funcionamiento la cadena logística, especialmente en transporte a temperatura controlada, donde los márgenes operativos ya son muy ajustados.

El riesgo de una fiscalidad desalineada con la realidad

El artículo de Esteban recuerda que el transporte por carretera ya está sujeto a una fiscalidad exigente, a través del Impuesto Especial sobre Hidrocarburos y otros tributos, por lo que esta nueva tasa se percibe como una doble imposición sin soluciones tecnológicas viables a corto plazo. Mientras el transporte marítimo y aéreo ya cuentan con herramientas de gestión de emisiones, el transporte por carretera aún carece de un sistema propio de medición, reducción y compensación de CO₂.

Una llamada urgente a la planificación realista

A tan solo dieciséis meses de su entrada en vigor, la Fundación Corell subraya la necesidad de abrir un debate técnico y político sobre la aplicación del ETS II al transporte por carretera. Las políticas de transición energética deben ser eficaces, pero también realistas y equilibradas. De lo contrario, se corre el riesgo de perjudicar gravemente a un sector esencial para la economía y para el suministro de bienes básicos.

📎 Leer el artículo completo de José Víctor Esteban en la revista de Cadena de Suministro (pág. 60)

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